El lobo en la literatura: Un progreso lento hacia la protección
Antes, cuando no existía Internet, la televisión y ni siquiera la radio, los cuentos servían para entretener a niños y mayores. Pero, sobre todo, tenían una misión adoctrinadora. Contaban a los oyentes qué comportamientos eran adecuados y cuáles no.
Las historias ponían ejemplos de niñas como Caperucita que se desviaban del camino o de dulces cabritos que abrían la puerta a un desconocido, y, en ambos casos, acababan en la tripa del lobo. También hablaban de qué les pasaba a los cerditos perezosos que optaban por construirse la casa con paja o madera para tener más tiempo para jugar. Y también explicaban cómo podía acabar tu rebaño si mentías tanto como Pedro. El malo malísimo de todas estas historias era siempre el lobo.
La razón es simple. En el mundo rural, el lobo era un animal temible y odiado porque amenazaba uno de los bienes más preciados de la gente de campo, su ganado. Por eso, en los cuentos, al lobo se le otorgaba el peor papel y los que ‘se portaban mal’ debían enfrentarse a él. El lobo feroz encarnaba los peores miedos de la gente y se convertía en el verdugo más espantoso.
Hoy en día, gracias a la información entregada tanto por las redes como también con la ayuda de los documentales, científicos, y centros de reincorporación, el lobo finalmente poco a poco ha estado saliendo de ese oscuro túnel que lo tenia como un ser mas bajo que el mismo diablo, y esta saliendo a la luz, sus verdaderos rasgos, enseñando a nuestros niños la realidad de él y de su protección.
Les dejamos online, 2 hermosas historias
- http://www.perrosdebusqueda.com/articulos/Cuentos-de-Lobos.pdf
- http://www.sigueme.es/docs/libros/cuentos-de-lobos.pdf
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